La situación de los cubanos bajo la opresión de la dictadura castrista no hace si no empeorar día a día.
La complicidad de los gobiernos del mundo, cualquiera sea su orientación política, es inexplicable e injustificable.
En Cuba NO existen los Derechos Humanos, no existe la libertad y no existe la Justicia. La dictadura dinástica más vieja del mundo creó los TTHH -«Torcidos Humanos»- para someter y oprimir al pueblo a la par que asesinó a los DDHH. Y parece que justamente por ello hoy será «premiada» en Chile.
¿Cuánto más deberemos esperar para que el mundo despierte y frene los pies al monstruo que asumirá la presidencia de la CELAC -Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, creada en 2011- ?
La asunción de dicha presidencia significa un reconocimiento mundial para la dictadura y un posicionamiento de su figura ante las naciones del contienente y del mundo.
Mientras Raúl no ha hecho si no reforzar las políticas represivas implementadas por su hermano -hoy en paradero desconocido- y acabar de sumir al país en la misería más espantosa, un «logro» diplomático sin precedentes lo instala como líder de la región mientras las más de 6000 detenciones arbitrarias han marcado un nuevo récord en 2012 junto al crecimiento de la población carcelaria integrada cada vez por más presos políticos pero también por presos comunes. La escalada represiva y el acoso se multiplica por cientos sobre todos los sectores de la población.
Es fácil imaginar el futuro de nuestro contienente donde ya hay varios líderes que emulan los pasos de los Castro y hoy han decidido que sea justamente uno de ellos el que presida la instancia que hoy los aglutina en Santiago de Chile.
La democracia se diluye cada vez más en América Latina.
Ángel Santiesteban-Prats