Lo que tampoco vio la Comisión de la injusticia cubana
El amanecer en la prisión 1580 fue el despertar violento de los «reeducadores» ofensivos porque los reclusos se mantenían en sus camas y no tenían el televisor encendido mirando “la marcha del pueblo aguerrido”.
Hicieron entrada a la barraca vociferando ofensas y palabras soeces, amenazando que tomarían los nombres de los que no estuvieran frente al televisor para luego hacerles cortes disciplinarias.
Por tal “indisciplina” le fue retirada la visita y el pabellón conyugal de estímulo a todo el destacamento. Al final, la mayoría de los presos se castigaron y permanecieron mirando el derroche económico de lo que el país adolece; y llegaron a la conclusión de que luego de ser despertados, ofendidos y castigados, los «reeducadores» se fueron para su oficina donde no tienen televisor. Se escuchaban sus voces y risas, seguramente burlándose de sus esclavos.
Y digo esclavos porque el mismo día 1° de Mayo Cuba declaraba ante la Comisión de Ginebra y en el noticiero televisivo retransmitían el discurso del Canciller Bruno Rodríguez dando lugar a que los presos agradecieran sus mentiras humorísticas. La mayoría reía como si les hicieran cosquillas. Cuando dijo que a los reclusos cubanos se les pagaba un sueldo, además igual al que se cobra por un trabajo en la vida civil, entre risas le mentaban la madre; la mayoría de los presos no tienen salario, y los pocos que lo cobran, después de trabajar un mes, incluyendo todos los sábados y algunos domingos más de ocho horas diarias y pésimamente alimentados, el día de pago reciben 103 pesos, es decir unos 4 cuc, que no les alcanza ni para comprar dos pomos de aceite o cinco malísimos jabones.
Aseguró el Canciller, en el mismo discurso, que en Cuba no existe tráfico de drogas. Y en mi barraca más de la mitad de su población, cerca de cuarenta, son consumidores de droga y hay exactamente diecisiete condenados por tráfico de drogas.
Ojalá que la Comisión investigue en profundidad todas las mentiras constantes del Gobierno cubano. Son muchos años escondiendo esas verdades que tanto duelen especialmente a sus sufridas víctimas que tienen que ver desde dentro mismo del infierno cómo esos funcionarios mienten a la opinión pública internacional, como en este caso lo hicieron a la ONU.
Cuando el Canciller aseguró que en Cuba no se tortura, los presos -como si él los estuviera mirando- se pararon frente al televisor a enseñar sus cicatrices, sus huecos en las dentaduras, la falta de visión en sus ojos por golpizas, tabiques nasales, brazos y dedos fracturados… y todas las señales de humillaciones y abusos que imprimieron en sus cuerpos, y todo ello sufrido bajo un total desamparo legal.
Cuando un prisonero es maltratado y le quedan secuelas, lo esconden en las celdas de castigo para que el resto del penal no lo vea, y permanecen allí hasta que desaparecen la inflamación y los morados.
Luego, el recluso recibe siempre la misma amenaza: si informa a la prensa internacional o transmite a la familia lo sucedido, será enviado a una provincia distante del lugar de residencia, por lo que luego los familiares tendrán que viajar varios días y hacer un gasto excesivo para visitarlo.
Así es la vida del preso cubano y en nada se distingue de lo que el aparato de propaganda oficial cuenta que ocurre en la Base de Guantánamo con todos los abusos que allí se cometen, pues repito que, en mi caso como el de tantos, somos obligados a ingerir alimentos pestilentes cuando decidimos comenzar una huelga de hambre.
Yo mismo, al final comprendí que debía salir de aquella celda de castigo en la que me confinaron para poder cumplir con mi condición de bloguero, pues en aquel silencio e incomunicación, les hacia un favor.
Desde que me sacaron de aquella celda no les he ingerido el alimento asqueante que distribuyen a los presos. Sobrevivo con galletas, azúcar y leche que mis familiares me proveen, y sobre todo, con mis ideas de libertad y mi función de bloguear y escribir.
Con eso poseo más que la dictadura.
Ángel Santiesteba-Prats
Prisión 1580. San Miguel del Padrón. Mayo de 2013
Quien puede ser libre, no se cautive.
http://www.lekiosqueauxcanards.com/nouvelle-campagne-de-reporters-sans-frontieres
Mucha fuerza Angelito, no es posible describir la impotencia que se siente al verte vil e injustamente encarcelado por ser un librepensador. Tu ejemplo es imperecedero porque es el ejemplo de los justos. Confia en el GADU:. que el sabe por que hace las cosas, y esta claro que tu destino esta matizado por tu amor a la patria. Un fuerte abrazo y mucho animo mi hermano.