Haciendo un corte en el primer cuarto de mes de encarcelamiento, debo agradecer en principio, ser la perreta de los hermanos Castro por mi blog, por mi oposición al sistema, que los llevó a crear un pésimo proceso judicial en mi contra que me encarceló sin pruebas, y por haber sido condenado desde antes por el agente Camilo, de la Seguridad del Estado, antes que dictaminara el Tribunal.
Debo agradecer también la oportunidad de compartir el dolor de tantos cubanos, la mayoría jóvenes que no pudiéndose ir del paí no vieron otra opción que delinquir, puesto que el espectro de posibilidades que tienen como jóvenes, es ínfimo; también debo agradecer la invalorable oportunidad que me brindaron de poder hacer este estudio sociológico de las problemáticas en la nación desde este escenario «privilegiado», puesto que aquí, en este horroroso campo de concentración, están todas expuestas.
Estar aquí me ha permitido corroborar una vez más, que mi actitud ante el poder es la correcta, y no dejaré de denunciar los abusos y la irresponsabilidad del Gobierno con sus ciudadanos.
Para colmo de bien, durante estos cuatro mesesde encierro, he mantenido el nivel de denuncias, porque las violaciones de los derechos humanos se cometen a diario, porque no hay día en que no golpeen a los presos, que aún desmayados, continúan siendo golpeados salvajemente; porque la alimentación, que no les he aceptado nunca, es pésima, con olores fétidos, mal procesada y falta de frío, en síntesis, pestilente; porque reina el hacinamiento, porque la higiene no existe.
A pesar de toda esta calamidad diaria, he terminado tres novelas y un libro de cuentos. Por cierto, el último que escribí, me fue incautado por el mayor Llorente, “político de la unidad”, en represalia porque en París se leyó un cuento mío, en un evento en el que se homenajeó a los escritores presos y perseguidos. Gracias a Dios era una trabajo que ya había logrado hacer llegar a mi familia, y que está bien resguardado. Como regalo, cuando lo tenga completamente terminado, pienso regalarle un ejemplar, porque -precisamente- habla sobre sus horrores en el presidio al que me han confinado.
Ángel Santiesteban-Prats
Prisión 1580
Nota de los Editores: pasado mañana, 28 de junio, se cumplen 4 meses del encarcelamiento de Ángel Santiesteban, 4 meses en los que ha contribuido de manera ejemplar a denunciar todos los abusos que se cometen en Cuba y que el mundo, con su silencio cómplice, bendice. Durísimos 4 meses que lleva con absoluta dignidad, con la frente bien alta y mirando a los ojos, con la paz en el espíritu que solo proporciona una conciencia en paz. Está «haciendo» y escribiendo la historia que pocos se atreven a contar. Sus familiares y amigos estamos muy orgullosos de él. Dios lo bendiga!