Tras tantos días de incertidumbre, por fin hemos conocido el paradero de Ángel Santiesteban-Prats. Lo tienen recluido en un asentamiento militar muy pequeño, que no tiene nombre, y está situado en en el reparto Lawton, municipio 10 de octubre, en La Habana.
Si bien su “paradero” ya es conocido, en nada cambió su situación de “secuestrado”, puesto que lo tienen aislado e incomunicado, sin derecho a llamadas telefónicas ni visitas mensuales, tal como informó extraoficialmente un funcionario de la prisión 1580 cuando confirmó a sus familiares que Ángel había sido trasladado de dicho centro carcelario.
El hecho de que se encuentre en un asentamiento militar bajo esas inhumanas condiciones ratifica una vez más las violaciones perpetradas por las autoridades del Ministerio del Interior contra los derechos civiles de Ángel, quien no solo cumple una injusta condena por delitos que no cometió (delitos que jamás probaron ni probarán). Confinarlo en un destacamento militar, además de una muestra de que Cuba es actualmente un régimen militar, viola hasta el más mínimo ámbito del derecho civil.
Una vez más, y hasta que Ángel sea puesto en libertad y absuelto de todos los cargos que le inventaron, solo con el fin de silenciar una voz que le incomoda, recordamos a Raúl Castro Ruz que es el responsable directo y absoluto de la integridad física y moral de este reconocido escritor, cuya situación sigue estando en el centro de atención de numerosas personalidades e instituciones del mundo civilizado.
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Los hijos que nadie quiso 