Desgraciadamente la figura de José Martí (28 de enero de 1853) ha sido usada de un lado u otro, para una cosa y la otra, gracias a su sentido universal. Y su gran figura.
Mañana será otro de esos días que los hermanos Castro usarán el nacimiento del Apóstol para manchar sus ideas.
Enviar a ese pueblo a fingir que apoya la “revolución” es uno más de los fraudes a que nos tienen acostumbrados. Para nadie es secreto que retoman la vieja práctica de que “la universidad es para los revolucionarios”, por ende, aquellos que no participen en sus convocatorias políticas, son tildados de contra, desafectos al régimen, y por consiguiente, sufrirán las consecuencias. Los estudiantes de secundaria básica y preuniversitarios jamás llegarán a nivel superior, y los que ya alcanzaron esos estudios, podrían perder la matricula.
Pero el chantaje no termina siquiera luego de graduados, porque el título no lo reciben hasta dos años después, terminadas las prácticas; a su vez, necesitarán un buen aval de comportamiento y participaciones políticas para ser ubicados como profesionales en lugares idóneos para lo que estudiaron.
La odisea tampoco termina una vez allí, porque la amenaza y chantaje constante de quedar cesante, es permanente. Mantener una correcta afiliación a las figuras de los hermanos Castro es el único requisito indispensable para sobrevivir en el archipiélago cubano.
Eso deben conocer los presidentes que asisten a la CELAC. Somos un pueblo reprimido, con la guillotina pegada a nuestros cuellos, y con el menor suspiro, según sea la capacidad de respiración, será el corte recibido y el sangramiento. Velar la hoja de corte, es el mayor recelo de los cubanos. Su perenne angustia.
Ángel Santiesteban-Prats
Prisión asentamiento de Lawton. Enero de 2014
Es una vergüenza que Latinoamérica, la OEA y la ONU se presten para esta farsa.