Coinciden las firmas de esos artistas con cuanto llamado político convoca la dictadura, desde el inolvidable libro abierto en la sede de la UNEAC para apoyar el fusilamiento de los jóvenes que intentaron emigrar a los Estados Unidos secuestrando la lancha que cruza la bahía hacia el poblado ultramarino de Regla. Aunque los pasajeros declararon que no lastimaron a nadie, fueron engañados, les prometieron que de entregarse nada le sucedería. Pero al día siguiente fueron fusilados tras un juicio sumarísimo.
Tras ese acontecimiento y el lógico rechazo internacional que suscitó, buscaron cómplices, personas que “dieran soga”, y -como en la película de «El Hombre Maisinicú”– comprometer a más personas, enlodar sus manos de estiercol y sangre, combinación recurrente del régimen totalitario.
Ahora esos intelectuales son llamados para firmar por un gobierno que asesina a sus estudiantes. Ni el hecho de protestar violentamente, en el caso que lo fuera, justifica su aniquilamiento. Lo triste de estos firmantes es que la mayoría reconocen que es un error del gobierno venezolano, en la figura de Nicolás Maduro, ordenar la represión. Esas vidas se pagan, por supuesto, y aquellos que- por miedo o beneficios personales- siguen firmando, serán recogidos por la historia como tracatanes, aduladores del poder omnipotente de los hermanos Castro.
Génesis Carmona, estudiante y modelo del estado Carabobo, fue asesinada por un disparo en la cabeza durante una manifestación opositora
A cada cual el pedacito de historia que nos toca, y por consiguiente, el mérito o demérito ganado.
Ángel Santiesteban-Prats
Prisión asentamiento de Lawton. Marzo de 2014
LIBERATAD PARA SANTIESTEBAN YA!!!!! Fuera las HIENAS ASESINAS!!!!