La UNEAC cómplice por su silencio

Con anterioridad he dicho que en el ejercicio circense llamado tribunal, al que asistí con la sentencia ya dictada por la Seguridad del Estado -como me lo hizo saber mucho antes uno de sus sicarios, hecho que di a conocer públicamente – y que ejecutaron los jueces de la Sala Primera de Delitos contra la Seguridad del Estado, en su sede especial para delitos connotados en Carmen y Juan Delgado, cuando se suponía que mi delito era común- asistieron funcionarios de la UNAC, enviados por su presidente Miguel Barnet para presenciar el show, como el poeta Alex Pausides, acompañados de la jurídica, quien expresó que a su entender lo que la fiscalía pudo presentar en mi contra era humo, como el informe de aquella perito calígrafa que dijo que la altura y la inclinación de mi letra me hacían culpable.