La desunión tribal de la disidencia

Quiero insistir en el aspecto de la desidia dentro de la oposición cubana, porque –a mi criterio– es lo que más corroe nuestra fuerza política, y es quien hace el lamentable trabajo del enemigo común.

Y ni siquiera me refiero a aquellos que deben estar sembrados haciendo el terrible y cobarde trabajo de sátrapas, sino a esa parcelación de ideas y movimientos, donde se piensa que cada uno es el mejor y el más importante, y que su trabajo debe ser el más reconocido.

He escuchado a quienes hablan de sí mismos y de sus labores y –sin dejar de reconocerles sus méritos– luego he visto cómo terminan rebajándose, demeritándose como seres humanos, y dejando mucho que desear de esos sentimientos que –doy por sentado–  todo luchador por los Derechos Humanos debe tener.

comprension y respeto

A veces, la osadía de enfrentar a un régimen no es suficiente cuando obviamos el sentido común y dejamos que se imponga ese mecanismo educado en la miseria que nos impusieron desde nuestro nacimiento.

Fallaremos siempre que nos manifestemos como tribus aisladas, tanto los de dentro de la Isla como los del exilio, y en esa asignatura, la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) ha dado un paso loable, uniendo voluntades en todo el territorio nacional, y hoy, junto a las Damas de Blanco, es uno de los bloques más constantes y efectivos contra la dictadura.

Atacarnos entre nosotros, envidiar y criticar cualquier iniciativa, labor o reconocimiento a los nuestros, y no apoyar y divulgar el sacrificio de los demás, nos aleja de ese dialogo con el régimen que –en algún momento– obligaremos a sentarse a la mesa de negociaciones políticas por una Cuba mejor y en democracia.

unión

Cuando entendamos y asumamos que todos no somos más que granitos de arena disueltos en esa hermosa playa que soñamos, pero que solo si permanecemos juntos y compactos, seremos capaces de construir el muro que pueda soportar las calamidades que todavía el totalitarismo está por asestarnos y hacernos sufrir.

 

Conciencia política, alma martiana y la respectiva dosis de humildad, será la única fórmula que nos haga visibles y respetables ante el Régimen de la dinastía Castro. De otra manera, preparémonos a seguir en tiranía por medio siglo más.

Roguemos a Dios que nos otorgue la sabiduría para formarnos una conciencia nacional que nos convoque a la unidad política, aunque mantengamos y respetemos los caminos y objetivos individuales para lograr el CAMBIO que todos anhelamos.

 

firma-3

Ängel Santiesteban-Prats

Prisión asentamiento de Lawton. Mayo de 2014

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Para que Amnistía Internacional declare prisionero de conciencia al disidente cubano Angel Santiesteban
Angel Minit Lawton
Para firmar la petición siga el link:
https://secure.avaaz.org/es/petition/Para_que_Amnistia_Internacional_declare_prisionero_de_conciencia_al_disidente_cubano_Angel_Santiesteban/?fbss

 

2 comentarios en “La desunión tribal de la disidencia

  1. Ivette

    Muy de acuerdo. En mi modesta opinión, la mayor instrucción y educación de los disidentes en regímenes no democrático -sus caminos de transición a la democracia o la transición hacia otro régimen no democrático (para algunos, comunismos continuados)-, favorecería la búsqueda de consensos en cuanto a metas mediatas y largoplacistas, en cuanto a valores y beneficios en algunas estrategias de cooptación ciudadana.

    Aprender de nuestro entorno regional. Venezuela es el autoritarismo más joven de la región (junto a Ecuador, aunque menos violento este último) y, curiosamente, ha llegado a una crisis de legitimación en mucho menos tiempo que nosotros, los cubanos. Recientemente estamos presenciando la exteriorización del faccionalismo en el PSUV, catalizado por la purga de algunos dirigentes y ministros del gobierno y la organización política. Sin embargo, tampoco su oposición se encuentra unida y hasta el momento no presenta una conducta pertinente frente a la oportunidad política que abre esta circunstancia (en capacidad de cierto control por parte de la élite). Sean violentas o no violentas, las transiciones siempre se asocian al faccionalismo en la élite política. Ello expresa la debilidad del poder y ofrece la oportunidad para el cambio político.

    En Cuba no existen signos evidentes de resquebrajamiento de la cohesión de la élite. No obstante, podemos aprender de nuestros semejantes. Concuerdo en que la mejor muestra de éxito en la unidad la constituyen esas dos organizaciones, de amplio impacto internacional y creciente en el nacional. La adhesión de numerosos simpatizantes a la UNPACU y su extensión territorial son elementos de peso para empujar a una concientización cívica de la sociedad cubana, quien aún no se percibe ciudadana con derechos y deberes para con su país.

    Saludos cordiales,

    Ivette.

    Responder

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