Las Damas de Blanco pasean con una foto mía, exigiendo que me liberen. Es una inmensa contradicción que estas valientes mujeres, que reciben ultraje y abusos físicos todos los días del año y por todo el archipiélago, sean quienes con su aptitud política y pacífica griten sobre la injusticia judicial, lo que les agradeceré siempre; y esto sucede cuando próximamente se cumplen dos años de mi encarcelamiento, y de aquella horrible e injusta recogida de firmas por parte de las agraviadas mujeres de la UNEAC, que por mandato de la Seguridad del Estado, fueron convocadas, ultrajadas también, a realizar. Sigue leyendo
En el paseo de las Damas de Blanco
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