En esencia, el Presidente de un país no debería cumplir otra función que la de, en primer lugar, administrar los bienes del pueblo con la ética, la equidad y honestidad más extrema, y nunca, jamás, debería creerse que las arcas del Estado pueden usarse en su beneficio directo ni indirecto. Y creo que aquí radica, como todos sabemos, la pésima administración de los hermanos Castro Sigue leyendo
Duplican el sueldo a los represores
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