Archivo por meses: octubre 2018

Aquí estoy – Ángel Santiesteban, escritor cubano.

Pía Castro entrevista al escritor cubano Ángel Santiesteban, a quien invita a pasear por las calles del histórico barrio judío de Berlín. Santiesteban estuvo en la capital alemana como invitado del Festival Internacional de Literatura de Berlín con unos de sus cuentos recién traducidos al alemán.

https://www.dw.com/es/aqu%C3%AD-estoy-%C3%A1ngel-santiesteban-escritor-cubano/av-46021916?fbclid=IwAR170e1G80ktlEK4u2nJ2Dj1MhsOOcFbmru7nt2Vgw2GPET5mz3Q6pFngV4

«Soy disidente”, afirma el escritor cubano Ángel Santiesteban y añade: «yo no me propuse ser crítico con el sistema, mi literatura surge del sufrimiento de los cubanos”. Este cuentista que durante diez años no pudo salir de Cuba, y que estuvo preso durante dos años y medio por su postura política, llegó a Berlín para participar en el festival literario internacional con uno de sus libros de cuentos, «Lobos en la noche”, que recientemente ha sido traducido al alemán. Durante su visita, Pía Castro lo invitó a pasear por la capital alemana junto con su equipo de ¡Aquí estoy! en el histórico barrio judío y conversaron sobre la importancia de la memoria histórica para un pueblo, además sobre el trabajo de un escritor en Cuba. ¡Acompáñalos!

El rigor del infierno: presos en Cuba.

Las golpizas nunca tienen justificación; golpear es un derecho que les da un gobierno acostumbrado a reprimir y aporrear desde que se sentó en el trono

 

ACERCA DEL AUTOR

Ángel Santiesteban

Ángel Santiesteban

(La Habana, 1966). Graduado de Dirección de Cine, reside en La Habana, Cuba. Mención en el concurso Juan Rulfo (1989), Premio nacional del gremio de escritores UNEAC (1995). El libro: Sueño de un día de verano, fue publicado en 1998. En 1999 ganó el premio César Galeano. Y en el 2001, el Premio Alejo Carpentier que organiza el Instituto Cubano del Libro con el conjunto de relatos: Los hijos que nadie quiso. En el 2006, gana el premio Casa de las Américas en el género de cuento con el libro: Dichosos los que lloran. En 2013 ganó el Premio Internacional Franz Kafka de Novelas de Gaveta, convocado en la República Checa con la novela El verano en que Dios dormía. Ha publicado en México, España, Puerto Rico, Suiza, China, Inglaterra, República Dominicana, Francia, EE UU, Colombia, Portugal, Martinica, Italia, Canadá, entre otros países.

El embargo sí ha hecho mucho.

El embargo sí ha hecho mucho, y es que el régimen no se haya fortalecido. Ese discurso obamista, dígase de izquierda que le conviene a la dictadura, hay que deshacerlo. Se imaginan si el embargo no existiera cuánto dolor más nos hubiera infrigido el totalitarismo? De hecho, lo primero que les negó fue continuar exportando guerrillas al mundo porque no tenían dinero y el campo socialista, bajo presión también, había aceptado no continuar haciéndolo, tampoco pudieron seguir asesorando y protegiendo a terroristas; jamás hubiesen permitido las paladares, rentas y demás negocios de los cuentapropistas, todos saben que eso lo aceptó Fidel Castro porque tenía la soga al cuello. Si por el dictador fuera, jamás hubiese dejado entrar a la “comunidad cubana en el exterior”, no tuvo otra opción que aceptarla para chupar el dinero que les dejaban. En sus enajenaciones económicas, tampoco quería a los turistas porque traerían olores a libertad.
La prueba es que en los dos años que Obama cedió ante el régimen, la población no supo de mejoría. Y cuando comenzaron a saborear al turismo, que iban a tener una mejor entrada económica, la respuesta ha sido subir los permisos a los cuentapropista, asfixiarlos para que devuelvan sus “licencias” y ellos como estado, poder llenar sus restaurantes, taxis y hoteles. Lo quieren todo para ellos, la población no interesa.
Eso sin contar el daño a la oposición por el espaldarazo de Obama, que de inmediato subió el índice de detenciones arbitrarias, les suprimió el espacio a las Damas de Blanco en la Quinta Avenida y su participación en las iglesias con su asistencia en las misas, así como las golpizas.
Realmente el que no quiera ver, entender, comprender que la única manera que entiende la dictadura de la familia Castro es con la bota encima, es que es cómplice, algún beneficio percibe o simplemente no tiene capacidad mental para asumirlo porque la historia está ahí, fresca y al alcance de las manos, recogidos en los libros de historia y sus testimonios.
Tampoco aceptarán hacer plebiscito ni otras variantes. Con la dictadura no hay diálogo, y lo demostraron ayer en la ONU. Tampoco tenía que suceder para saber lo que son capaces de hacer!!!, con lo que han hecho hasta ahora es suficiente para saber el tipo de calaña que son y lo que serían capaces de hacer para mantenerse en el poder. El mejor ejemplo de su intransigencia es Venezuela y Nicaragua, que son sus pupilos en estas cuestiones de represión.
Con el régimen no hay otra opción que la presión internacional. Lo demás es falacia, estupidez o trabajo solapado a favor de los Castro.

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ACERCA DEL AUTOR

Ángel Santiesteban

Ángel Santiesteban

(La Habana, 1966). Graduado de Dirección de Cine, reside en La Habana, Cuba. Mención en el concurso Juan Rulfo (1989), Premio nacional del gremio de escritores UNEAC (1995). El libro: Sueño de un día de verano, fue publicado en 1998. En 1999 ganó el premio César Galeano. Y en el 2001, el Premio Alejo Carpentier que organiza el Instituto Cubano del Libro con el conjunto de relatos: Los hijos que nadie quiso. En el 2006, gana el premio Casa de las Américas en el género de cuento con el libro: Dichosos los que lloran. En 2013 ganó el Premio Internacional Franz Kafka de Novelas de Gaveta, convocado en la República Checa con la novela El verano en que Dios dormía. Ha publicado en México, España, Puerto Rico, Suiza, China, Inglaterra, República Dominicana, Francia, EE UU, Colombia, Portugal, Martinica, Italia, Canadá, entre otros países.