Crónicas de Birania: La «Justicia»

Es risible que la Fiscalía aceptara el juicio por “lesiones” –cuando en realidad se trataría de un “intento de asesinato y lesiones”– en la ciudad de Santa Clara, contra el atacante José Alberto Botell, quien –en una tentativa por asesinar al líder opositor Guillermo Fariñas– hirió de gravedad a una de sus acompañantes, una Dama de Blanco, quien acabó en terapia intensiva con riesgo para su vida, y apuñaló a otros cuatro activistas de los Derechos Humanos. Por todo esto, en su petición, la Fiscalía pidió cinco años de sanción, pero el Tribunal se apiadó del “infeliz” de intenciones homicidas, y lo sancionó a cuatro años, es decir, decidió disminuir un año su condena.

Distintos métodos, mismo objetivo: aniquilar a los opositores

Guillermo Fariñas, en la mira de la Seguridad del Estado

No existe persona con una supuesta “inocencia” que afirme que el encuentro del agresor José Alberto Botell con Guillermo Fariñas y sus acompañantes, fue casual, de índole personal o que simplemente se trataba de un asaltador de caminos. Por el contrario, sabemos que es la apuesta del gobierno por eliminar a sus detractores.

Las vidas de los líderes opositores tienen sus nombres en la lista negra del gobierno

Si un enemigo presenta la dictadura cubana, son ellos mismos, como institución de la maldad. Luego de cometer sus tropelías, se encargan de probar las injusticias y desmanes ejecutados por sus secuaces que, a cualquier costo, cometen los atropellos que les ordenan a cambio de los beneficios que les otorgan los que gobiernan creyéndose los dueños de la nación. No pueden ocultar lo que son.

El gobierno acaba de demostrar que existen dos Códigos Penales, uno, para los disidentes, y otro, para los acólitos que cometen los delitos a favor de su régimen totalitario.

José Alberto Botell, atacante de Guillermo Fariñas

La comedia silente presenta…

Rezo porque Europa no le brinde su cuello a la dictadura –especialmente al vampiro Raúl Castro– que, por tradición, en más de cincuenta años, ha succionado cuanta posibilidad alcanzan sus largos y afilados colmillos.

La vergüenza pública de una exclusión (Segunda parte)

A su Santidad, el papa Francisco I

Su Santidad, hay muchas cuestiones que no comprendo sobre su intervención como mediador entre el gobierno de los Estados Unidos y de Cuba. Más me desconciertan si pienso en las palabras que ha pronunciado en los últimos días.

Segunda Carta Abierta a Raúl Castro de Ángel Santiesteban

Señor gobernante,

el próximo 28 de febrero cumpliré un año de injusto encarcelamiento, tras un juicio amañado donde demostré mi inocencia con múltiples pruebas y testigos. En cambio, la Fiscalía no pudo presentar una sola prueba consistente en mi contra, salvo la malintencionada -además de ridícula- de una perito calígrafa que, luego de encomendarme que copiara un artículo económico del periódico Granma, Órgano Oficial del Partido Comunista, dictaminó que por la altura de mi letra y la inclinación, soy culpable.