La noticia recorrió los medios internacionales, salvo los cubanos, por supuesto, porque se aplicó el “secretismo”, palabra que en los últimos días, después del congreso de los periodistas, se ha puesto de moda. Para colmo, fueron los propios dirigentes políticos quienes intentaron culpar a los comunicadores de informar sin su consentimiento, y más aún, contra su voluntad.
Lo cierto es que en Ecuador se ha descubierto una red de trata de mujeres cubanas, que -engañadas con el sueño de llegar a Miami- fueron sacadas de la Isla, y luego obligadas a vender su cuerpo en una cadena de prostíbulos. Sigue leyendo