Su Santidad Francisco,
Desde su llegada a La Habana muchos hablan de su vocación de fe profunda por los pobres. Por lo que en este archipiélago caribeño encontrará su reino de necesitados. Sigue leyendo
Su Santidad Francisco,
Desde su llegada a La Habana muchos hablan de su vocación de fe profunda por los pobres. Por lo que en este archipiélago caribeño encontrará su reino de necesitados. Sigue leyendo
La beatificación del Padre Arnulfo Romero es para El Salvador, América Latina y el mundo, el espejo donde deben mirarse y reflejarse los pastores de Dios, para acompañar las necesidades espirituales y materiales de sus ovejas, que no significa otra cosa que permanecer al lado del anhelo y sufrimiento de su pueblo, como parte intrínseca de la Iglesia. Sigue leyendo
Como en un viejo museo histórico del horror de la Revolución cubana, se guarda la visita de los gobernantes más poderosos al cubil de Fidel Castro. Es como visitar una momia viviente, capaz aún de continuar dañando a los que no coincidan con sus designios. Han optado por las fotos porque las muecas y manías propias de la edad les avergüenza que sean vistas por el resto del mundo. Sigue leyendo
El presidente boliviano, en la Cumbre de las Américas, relató ante los periodistas las detenciones, humillaciones y violaciones de los derechos humanos que sufrió en su momento de opositor al oficialismo en su país, a partir de que comenzara su activismo en los movimientos sindicales, allá por 1988. Es entonces inaudito que ese mismo ser humano, estadista y político, que confiesa los sufrimientos que le inflingieron los regímenes extremistas de su tiempo, sea quien hoy defienda la dictadura de los hermanos Castro, que comete las mismas violaciones de los derechos humanos contra la oposición cubana. Sigue leyendo
Pero no es Usted de esos dignos hombres que cumplen prisión en Cuba por alzar su voz contra los desmanes del dictador. Es Usted prisionero de conciencia, porque su conciencia no es libre; es esclava de los designios que Raúl Castro le ha impuesto con negociaciones turbias incluso a instituciones como la Iglesia, que debería velar por sus ovejas, como hiciera Jesús, y no ser cómplice de una dictadura que atenta contra todo lo establecido por ese Dios que Usted dice representar en Cuba. Su alma fue secuestrada por su cobardía ante las presiones de la dictadura y desde entonces vive prisionero de esa doble moral que esgrimen cada día quienes viven del dolor del pueblo cubano y de la destrucción económica, social y ética de una nación como Cuba. Sigue leyendo
En mi última visita, el pasado 6 de febrero, tuve la inmensa alegría de recibir a mis hijos, amigos, la madre de mi hija que nunca me falla, y al escritor Nelton Pérez (aquel que tiene más talento que miedo). Y me visitó uno de los más inmensos poetas vivos del archipiélago cubano, Rafael Alcides, que acumula en su curriculum humano –además– ser el artista más consecuente con sus sentimientos y la manera de entender la vida.
El “delito” de este don Rafael (no del Junco sino Alcides), ha sido lo contrario al personaje de Félix B. Caignet, que sí habla, dice lo que le preocupa a través de su arte y su voz ciudadana, por lo que el séquito de artistas del gobierno, lo marginó de toda actividad cultural oficialista, y sus libros impresos en el extranjero se decomisan apenas hacen entrada en la aduanas de Cuba, quebranto para el poeta que, entre otros, lo hizo decidir pedir la renuncia a la UNEAC y devolverles la medalla por los 50 años de la Institución y ser él uno de sus iniciadores. Sigue leyendo
Cuando ingresé a prisión el 28 de febrero de 2013, lo primero que hice, una vez depositado en la barraca de Valle Grande, fue redactar una carta renunciando a la UNEAC. Sigue leyendo
Si nos paramos a observar por un instante a Leopoldo López y a Ángel Santiesteban-Prats, vemos dos tipos físicos muy diferentes. Uno muy delgado, el otro robusto. Uno es político, el otro escritor. Uno es venezolano, otro cubano; ambos son padres de una niña y un niño. Ambos comparten el mismo don: un gran carisma acompañado de una enorme generosidad, y el deseo de cambiar la dura realidad de sus países: Leopoldo, desde su activa participación en la vida política, y Ángel, a través de su opinión ciudadana mediante sus libros y escritos, con el filo de la palabra verdad. Más allá de las similitudes y diferencias, paracen cortados por la misma tijera. Cuesta encontrar hombres con tal temple para atreverse a decirle a ambos dictadores -cubano y venezolano- las cosas por su nombre y directamente, sin eufemismos. Ángel y Leopoldo lo hicieron y lo hacen. Por eso, ambos comparten –también- la terrible situación de ser presos políticos de esos regímenes emparentados por la codicia y la maldad de sus gobernantes. Sigue leyendo
Gracias al Dios de los medios de comunicación, en Venezuela las televisoras nacionales y extranjeras que no están vendidas al chavismo, reportan lo que acontece de inmediato, sin importar las represarías.
En Cuba enfrentamos otra realidad. Sigue leyendo
Coinciden las firmas de esos artistas con cuanto llamado político convoca la dictadura, desde el inolvidable libro abierto en la sede de la UNEAC para apoyar el fusilamiento de los jóvenes que intentaron emigrar a los Estados Unidos secuestrando la lancha que cruza la bahía hacia el poblado ultramarino de Regla. Aunque los pasajeros declararon que no lastimaron a nadie, fueron engañados, les prometieron que de entregarse nada le sucedería. Pero al día siguiente fueron fusilados tras un juicio sumarísimo. Sigue leyendo