Es risible que la Fiscalía aceptara el juicio por “lesiones” –cuando en realidad se trataría de un “intento de asesinato y lesiones”– en la ciudad de Santa Clara, contra el atacante José Alberto Botell, quien –en una tentativa por asesinar al líder opositor Guillermo Fariñas– hirió de gravedad a una de sus acompañantes, una Dama de Blanco, quien acabó en terapia intensiva con riesgo para su vida, y apuñaló a otros cuatro activistas de los Derechos Humanos. Por todo esto, en su petición, la Fiscalía pidió cinco años de sanción, pero el Tribunal se apiadó del “infeliz” de intenciones homicidas, y lo sancionó a cuatro años, es decir, decidió disminuir un año su condena. Sigue leyendo
Crónicas de Birania: La «Justicia»
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Los hijos que nadie quiso 