Filmación Mágica
Finalmente, a través del celular de mi hijo, en la visita que me hiciera en días pasados a donde me tienen encarcelado, pude apreciar el corto «La muerte del gato», del realizador cubano Lilo Vilaplana, radicado desde hace más de una década en Colombia, lugar a donde se llevó –además de su talento, oficio, algunos amigos y su familia– los rencores que sufrió en carne propia, lógicos de procesos totalitarios, y que ahora, como creador maduro, siente el deber de exponer, primero como literatura, y ahora en el cine. Sigue leyendo