Archivo de la etiqueta: Rafael Alcides

#Cuba Ángel Santiesteban en la calle, pero no en libertad

La nueva prueba de Ángel Santiesteban

Ángel está en la calle, pero no en libertad. En la calle, mientras se porte bien

   Rafael Alcides

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La hermosura de la vida

En mi última visita, el pasado 6 de febrero, tuve la inmensa alegría de recibir a mis hijos, amigos, la madre de mi hija que nunca me falla, y al escritor Nelton Pérez (aquel que tiene más talento que miedo). Y me visitó uno de los más inmensos poetas vivos del archipiélago cubano, Rafael Alcides, que acumula en su curriculum humano –además– ser el artista más consecuente con sus sentimientos y la manera de entender la vida.

rafael alcides angel santiestebanEl “delito” de este don Rafael (no del Junco sino Alcides), ha sido lo contrario al personaje de Félix B. Caignet, que sí habla, dice lo que le preocupa a través de su arte y su voz ciudadana, por lo que el séquito de artistas del gobierno, lo marginó de toda actividad cultural oficialista, y sus libros impresos en el extranjero se decomisan apenas hacen entrada en la aduanas de Cuba, quebranto para el poeta que, entre otros, lo hizo decidir pedir la renuncia a la UNEAC y devolverles la medalla por los 50 años de la Institución y ser él uno de sus iniciadores. Sigue leyendo

Lo que una noche hizo Judas, nunca se olvida

Rafael Alcídes y Ángel Santiesteban, las dos ovejas negras del rebaño

rafael alcides angel santiestebanHace pocos días agradecíamos a Raúl Rivero su dignidad y decir lo que pocos colegas se atreven a ambas orillas de la “cubanidad”. Sigue leyendo

Lección magistral del poeta Rafael Alcides

Apoyo a Rafael Alcides*

Cuando ingresé a prisión el 28 de febrero de 2013, lo primero que hice, una vez depositado en la barraca de Valle Grande, fue redactar una carta renunciando a la UNEAC. Sigue leyendo

El poeta Rafael Alcides dedica presentación al escritor Ángel Santiesteban, injustamente encarcelado

El alma de Quijote de Rafael Alcides

Por Luis Rafael
Rafael Alcides

Una emotiva tarde habanera, de esas que sellan la memoria con luz de fuego, conocí al poeta Rafael Alcides Pérez (Barrancas, 1933). Anónimo como acostumbra a presentarse, estaba en el público que asistía al lanzamiento de mi poema-libro Colómbico, celebrado en un luminoso salón del habanero Hotel Inglaterra. Lo supe casi al momento de marcharme, luego de firmar unos cuantos autógrafos a amigos y desconocidos, cuando el poeta y crítico Virgilio López Lemus, que había hecho el elogio de mi libro, se acercó con Alcides y me lo presentó. “Es un imprescindible para la poesía cubana”, aseveró López Lemus y Alcides sonrió condescendiendo. Callaba, apenas atrevía algún comentario. Su mirada, sin embargo, escrutaba cada gesto, como su poesía.

Nacido en el oriental pueblo de Barrancas, Alcides se trasladó a Holguín para cursar el bachillerato y de allí a La Habana, donde se graduó como químico industrial. Trashumante desde joven, viajó a México, Estados Unidos, Argentina, Chile, Uruguay, Venezuela, escribiendo poemas aquí y allá, como quien saca fotos. Miembro de la llamada “generación del cincuenta”, que se afilia al proyecto revolucionario cubano liderado por Fidel Castro y que pretendió desterrar de la Isla la explotación y las desigualdades, Rafael Alcides puso su literatura al “servicio” de la ideología nacionalista y justiciera, escribió versos diáfanos, cercanos y comprensibles para el pueblo, que marcaron su poética, coloquial, a veces coral, otras intimista e interrogadora, donde da testimonio de su presente y defiende el porvenir. En estos años de sueños y esperanzas, trabajó como productor, director y escritor de radio y dio a conocer el nuevo canon lírico conversacional en artículos y reseñas para las revistas Unión, Casa de las Américas, La Gaceta de Cuba, y en su programa radiofónico En su lugar la poesía. Entonces era un autor reconocido en su valía, que publicó los cuadernos de versos: Himnos de montaña, 1962; La pata de palo, 1967.

La historia, sin embargo, se encargó de recortar las alas a los sueños y sobrevino la década de 1970 con sus censuras y desmesuras. Al cabo del silencio editorial, resurgió la obra lírica de Alcides en la década del ochenta, con poemarios que hablan de un cambio de temas y de abordajes, donde el poeta se vuelve cuestionador, duda, levanta su voz disidente y busca respuestas en la épica de lo cotidiano. Se atreve con temas y cuestionamientos que hablan de esa “alma de Quijote” que reconoce tener y que le lleva a enfrentarse a “molinos de viento” sabiendo que pueden lanzarlo al polvo, ante la mirada indiferente de los sanchificados. El artista decide replegarse y escribir desde el margen. Su compromiso con la justicia, le condena al “insilio”, que sin embargo asume desde la creencia en que un poeta es una criatura “encargada de testimoniar el día de hoy y anunciar el de mañana”. Sus textos  expresan la ironía de quien sabe que su obra no niega sino afirma. Agradecidocomo un perro, 1983; Y se mueren y vuelven y se mueren, 1988; Noche en el recuerdo, 1989; Nadie, 1993, participan de su discurso rebelde, de su fe humanista y su deseo de comunicación, también evidentes en la antología publicada en España por Renacimiento y titulada GMT (Sevilla, 2009), que recoge textos escritos entre 1963 y 2008. Y es que con cada poema Rafael Alcides galopa en Clavileño, soñando una ínsula utópica que le conquista su verso sincero y su actitud de Quijote.

– See more at: http://otrolunes.com/archivos/16-20/?hemeroteca/numero-17/sumario/otras-voces-hispanas/el-alma-de-quijote-de-rafael-alcides.html#sthash.hBGPtpJL.dpuf

El alma de Quijote de Rafael Alcides

Por Luis Rafael
Rafael Alcides

Una emotiva tarde habanera, de esas que sellan la memoria con luz de fuego, conocí al poeta Rafael Alcides Pérez (Barrancas, 1933). Anónimo como acostumbra a presentarse, estaba en el público que asistía al lanzamiento de mi poema-libro Colómbico, celebrado en un luminoso salón del habanero Hotel Inglaterra. Lo supe casi al momento de marcharme, luego de firmar unos cuantos autógrafos a amigos y desconocidos, cuando el poeta y crítico Virgilio López Lemus, que había hecho el elogio de mi libro, se acercó con Alcides y me lo presentó. “Es un imprescindible para la poesía cubana”, aseveró López Lemus y Alcides sonrió condescendiendo. Callaba, apenas atrevía algún comentario. Su mirada, sin embargo, escrutaba cada gesto, como su poesía.

Nacido en el oriental pueblo de Barrancas, Alcides se trasladó a Holguín para cursar el bachillerato y de allí a La Habana, donde se graduó como químico industrial. Trashumante desde joven, viajó a México, Estados Unidos, Argentina, Chile, Uruguay, Venezuela, escribiendo poemas aquí y allá, como quien saca fotos. Miembro de la llamada “generación del cincuenta”, que se afilia al proyecto revolucionario cubano liderado por Fidel Castro y que pretendió desterrar de la Isla la explotación y las desigualdades, Rafael Alcides puso su literatura al “servicio” de la ideología nacionalista y justiciera, escribió versos diáfanos, cercanos y comprensibles para el pueblo, que marcaron su poética, coloquial, a veces coral, otras intimista e interrogadora, donde da testimonio de su presente y defiende el porvenir. En estos años de sueños y esperanzas, trabajó como productor, director y escritor de radio y dio a conocer el nuevo canon lírico conversacional en artículos y reseñas para las revistas Unión, Casa de las Américas, La Gaceta de Cuba, y en su programa radiofónico En su lugar la poesía. Entonces era un autor reconocido en su valía, que publicó los cuadernos de versos: Himnos de montaña, 1962; La pata de palo, 1967.

La historia, sin embargo, se encargó de recortar las alas a los sueños y sobrevino la década de 1970 con sus censuras y desmesuras. Al cabo del silencio editorial, resurgió la obra lírica de Alcides en la década del ochenta, con poemarios que hablan de un cambio de temas y de abordajes, donde el poeta se vuelve cuestionador, duda, levanta su voz disidente y busca respuestas en la épica de lo cotidiano. Se atreve con temas y cuestionamientos que hablan de esa “alma de Quijote” que reconoce tener y que le lleva a enfrentarse a “molinos de viento” sabiendo que pueden lanzarlo al polvo, ante la mirada indiferente de los sanchificados. El artista decide replegarse y escribir desde el margen. Su compromiso con la justicia, le condena al “insilio”, que sin embargo asume desde la creencia en que un poeta es una criatura “encargada de testimoniar el día de hoy y anunciar el de mañana”. Sus textos  expresan la ironía de quien sabe que su obra no niega sino afirma. Agradecidocomo un perro, 1983; Y se mueren y vuelven y se mueren, 1988; Noche en el recuerdo, 1989; Nadie, 1993, participan de su discurso rebelde, de su fe humanista y su deseo de comunicación, también evidentes en la antología publicada en España por Renacimiento y titulada GMT (Sevilla, 2009), que recoge textos escritos entre 1963 y 2008. Y es que con cada poema Rafael Alcides galopa en Clavileño, soñando una ínsula utópica que le conquista su verso sincero y su actitud de Quijote.

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El escritor Ángel Santiesteban Prats recibirá un nuevo homenaje, esta vez por parte del poeta Rafael Alcides. Estado de SATS inaugura el Cafésatso, Un espacio para las Letras, la conversación y el café puro.
Rafael Alcides dedicará su presentación a Ángel Santiesteban, injustamente encarcelado por la dictadura castrista. Sigue leyendo

A inocencia probada, deslealtad manifiesta

Nota del editor

Este va a ser un post largo pero necesario. Desde la prisión La Lima, donde se encuentra actualmente cumpliendo los cinco años de cárcel que le impuso el gobierno en un juicio amañado para condenarlo por un delito común que no cometió, hemos recibido estas respuestas del escritor Ángel Santiesteban, dictadas a un amigo por teléfono.

Una primera respuesta de Ángel Santiesteban a la Carta abierta del escritor José Miguel Sánchez (Yoss), aparecida recientemente en el blog EforyAtocha.

Y una respuesta al documento de la testigo Leticia Pérez González, circulado en Cuba por los organizadores de la Campaña Tod@s contra la Violencia.

Hemos recibido también, vía del colega escritor Luis Felipe Rojas, la respuesta del poeta cubano Rafael Alcides a la manipulación que ha hecho desde Cuba la Campaña Tod@s contra la Violencia de una carta que él envío a Ángel Santiesteban. Sigue leyendo

Dichosos los que temenos amigos II

Querida Regina,

tenerte a tí y a Alcides de mi lado es un lujo que pocos mortales pueden poseer. Ustedes son un tesoro de amistad que guardo con celo. Gracias por pedir justicia, solo pido eso, con eso me basta para continuar libre; pero el Tribunal responde por la boca de la Seguridad del Estado. Aquí -como bien sabes- la gran mayoría obedece porque si no los echan del cargo.

Gracias por esta prueba de amistad. Sé que agradecer a veces molesta, pero esta es la forma más diáfana que encuentro para decirte que los quiero también.

Ángel Santiesteban-Prats