“Estoy sancionado sin que me demostraran que cometí un delito”. Esa frase es la más común entre los presos que se me acercan. Desconfiado, solo después de leer la petición fiscal y la sanción del tribunal, les creo. Para una sanción no es necesaria prueba alguna, esa es la razón por la que los procesos son tan endebles, solo miden tu comportamiento político social, y de ahí, hacen la valoración final, y como los poderes en Cuba no están divididos y todos se deben al régimen totalitario, solo responden a la orden de sacar de las calles a los que no aporten confianza y apoyo incondicional a la dictadura, sean delincuentes o no, con pruebas o no. Sigue leyendo
Diario en la cárcel LI. Sancionados sin delitos, esclavos de la Revolución
Deja un comentario