Señor gobernante,
el próximo 28 de febrero cumpliré un año de injusto encarcelamiento, tras un juicio amañado donde demostré mi inocencia con múltiples pruebas y testigos. En cambio, la Fiscalía no pudo presentar una sola prueba consistente en mi contra, salvo la malintencionada -además de ridícula- de una perito calígrafa que, luego de encomendarme que copiara un artículo económico del periódico Granma, Órgano Oficial del Partido Comunista, dictaminó que por la altura de mi letra y la inclinación, soy culpable. Sigue leyendo