Este artículo fue publicado en El Nuevo Herald el 12 de agosto de
Lentes sin contacto y carreta atascada
Raúl Rivero
Madrid – Ahora resulta que los empecinados, los cerrados, los dogmáticos, los ciegos que no quieren ver los cambios del régimen cubano son los activistas de derechos humanos, las Damas de Blanco, los periodistas independientes, los ex presos políticos y opositores que amanecerán mañana bajo una atmósfera represiva que no cesa. Se asegura que les falta luz larga para ver la realidad que viven, como si las golpizas, los calabozos, los mítines de repudio y el acoso fueran sombras pasadas.