Si la Comisión de los Derechos Humanos de Ginebra viera por una rendija los horrores que ocurren en las cárceles cubanas, con seguridad haría dos cosas:
1- Expulsaría a Cuba de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
2- Sabiendo las supuestas violaciones que ocurren en la cárcel de la Base Naval de Guantánamo, según las acusaciones del Gobierno castrista, enviaría a los directivos que dirigen las prisiones en Cuba -auténticos campos de concentración- a pasar un curso en dicho centro, en aras de mejorar sus comportamientos. Sigue leyendo