«Yoss, le agradezco a Dios todos los días el estar aquí.»

Yoss, no sé guardar rencor, tampoco tendría porqué, tu carta abierta era en ese momento  tu parecer, y  -errado o no-  quise respetarlo.  Sólo te pedí ser más objetivo en aras de la justicia. Sentí que me disparabas desde un pelotón de fusilamiento sin saber la historia ni conocer las pruebas que aporté, como bien reconoces después, y no se debe ni siquiera opinar acerca de algo si no se tienen los elementos necesarios para dar criterio.

Yoss, poseo y brindé todas las pruebas  que demuestran mi inocencia, tengo evidencias contundentes de todo, y no solamente palabras como presentan en mi contra. Pruebas contra palabras.

En pocos días más  mi abogada agregará otras pruebas nuevas para la Revisión  que dejan todavía más  al desnudo a la Fiscalía, a la denunciante y al Tribunal  frente a todas las  injusticias que cometieron en mi contra, eliminando cualquier duda sobre la verdadera y única finalidad: condenarme por disentir.

De todas formas, como en el juicio y luego en la Casación, no guardo ninguna esperanza porque no soy ingenuo y siempre he sabido quiénes me quieren dentro de la cárcel y quiénes desean mi castigo. Además Yoss, fui advertido y amenazado -como he declarado con anterioridad- de que sería sancionado a cinco años  y  esto fue un mes antes de que dictara sentencia el Tribunal. Lo hicieron delante de testigos.

Las apelaciones que interpongo a través de mis abogados solo tienen el propósito de demostrar al mundo mi inocencia que en definitiva es lo único que me interesa; sólo me preocupa la Historia, y fue justamente ese interés el  que me llevó a  quitarme la máscara de intelectual de éxito recorriendo Cuba y el mundo para asumir mis ideales ante mi tiempo. Sé que por muchas pruebas que presente no importarán porque el  veredicto estuvo y estará en manos de la Seguridad del Estado y no en las de los Tribunales ni en ninguna de sus instancias correspondientes que han cumplido y cumplirán las órdenes arbitrarias e injustas que han recibido.

Es una lástima, como también reconoces, que los cubanos no tengamos acceso a Internet, pues  allí están  las pruebas que te faltan, las necesarias para que toda persona honesta una vez que las haya visto, reconozca que soy inocente, y están ahí, a la mano del mundo, salvo de los cubanos de la Isla.

Nunca pedí que  crean en mí, siempre he pedido que comprueben por sus propios medios las evidencias para que luego valoren.

Hace poco un amigo visitó Cuba. Venía convencido de mi inocencia porque había seguido el caso, lo había valorado disponiendo de las múltiples evidencias a mi favor y el proceder del Tribunal, su arbitrariedad y contradicciones  al punto de mentir impunemente en mi contra y montar todo un endeble teatro con la intención de condenarme.  Pues este amigo en su visita, y por la amistad que nos unía, pudo tener una conversación con mi ex  y me aseguró que mientras hablaban comenzaba a creerle, por lo que se tuvo que hacer un llamado a su inteligencia y cordura: había visto todas las pruebas, vio el montaje que ella  junto con la policía y la Fiscalía habían tramado, y así y todo estaba siendo manipulado por algunas lágrimas y una representación perfecta. Cuando terminaron, estaba completamente aterrado al descubrir cómo la actuación de ella era  capaz de dar una visión de víctima perfecta; entonces Yoss, si los que vieron las pruebas pueden ser manipulados, imagina aquellos que no las han visto.

Hace poco mi hijo -que ya ha crecido y piensa por sí mismo-  me dijo que unos días atrás se encontraba con su madre en su casa de Calabazar, y al sentir un ruido en el patio la vio coger un enorme cuchillo y salir desafiante amenazando al que se encontrara allí, y él, mi hijo, la observaba en silencio. Una mujer con ese temple jamás podría ser acosada o maltratada por alguien.

Con relación a la madre de mi hijo, solo le pido a Dios que la perdone, lo digo con toda honestidad porque el cinismo no es una de mis características. Un día antes de entrar a la prisión mi hijo me confesó lloroso que su abuela le llamó “traidor” solo porque me ama y me busca como yo a él, y en la primera visita que recibí me hizo saber que su mamá lo amenazó con perder el vínculo afectivo con su familia materna si optaba por alguna acción a mi favor.

Hace pocos días supe por él que desaprobaba su grado escolar. Seguro coincidiremos en que él, mi hijo, ha sido el más perjudicado, pero su madre en su despecho lo pasa por alto con el único propósito de dañarme. Por mi parte sólo puedo aportar que mi hijo y yo somos muy felices cuando estamos juntos, lo que responde al amor que nos une.

En una visita familiar pasada, él quiso acompañarme hasta el interior del campamento en el que estaba recluído y donde está prohibido el acceso a los familiares. Violando esta regulación lo llevé hasta mi cama, se lo presenté a los otros reclusos con los que convivía;  lo hice para que se fuera tranquilo y aliviado.  Recordé la película -salvando las distancias y la época- La vida es bella, le dije que este lugar era similar a una “escuela al campo”.

Él ha sido manipulado, pero creció y tiene, según me ha dicho, cargo de conciencia por no haberme defendido en su momento. Le expliqué, y sinceramente es lo que pienso, que Dios “escribe torcido caminos rectos”, y Él sabrá porqué ha querido tenerme aquí, y yo se lo agradezco.

Mi ex, es nacida y criada en “La Güinera”, reparto marginal y por ende hostil, donde de muy temprana edad se curten los caracteres para sobrevivir en esa selva social, y de la cual ella se jacta  haber doblegado y salir airosa. Por demás está decir que quien ose enfrentarla, recibirá una respuesta contundente al estilo “La Güinera”.

Repito una vez más y ojala sea la última, que cuando hizo las acusaciones llevábamos dos años y medio separados y viviendo en hogares diferentes. Antes, en el primer año de separación me había hecho una acusación de la que salí absuelto gracias a que aún la Seguridad del Estado no se había interesado. A partir de entonces la utilizaron para nuevas acusaciones en mi contra.

Quienes tengan  interés por saber la verdad también pueden averiguar  las direcciones donde vivimos como pareja y allí constatarán que nunca hubo discusión ni altercado entre nosotros. Solamente, y para sorpresa de todos, el día de nuestra separación nos exaltamos y  le pedí que no estuviera a mi regreso, que por favor se fuera a su casa.  Fue así de sencillo, a la vuelta ya no se encontraba. Los vecinos confesaron que nunca sospecharon que teníamos problemas, nos veían una pareja feliz. Aquella ocasión fue la primera y única vez que nos alzamos la voz. Los que colindaban con mi apartamento en la calle 11 No. 304, entre H e I, Vedado, se ofrecieron de testigos para el juicio, pero el Tribunal los rechazó.

Cuando me percaté de que mi ex no cesaría con sus falsas y  constantes acusaciones, me distancié mudándome a la vivienda de mi pareja, a unos 20 Km de la mía porque a sólo a 200 m se había alquilado mi ex. ¡con lo inmensa que es La Habana!

Nada, que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y créeme que no exagero cuando aseguro que al momento de ingresar en prisión, mi ex le había pedido a una prima una casa prestada a dos paradas de la casa de mi pareja y donde yo residía, por lo que compartíamos una sola avenida para desplazarnos: Rancho Boyeros. Lo hizo sin necesidad, dejando vacío el apartamento del Vedado, donde se alquilaba antes de pasar a ser propiedad de su tía, que no lo vive, gracias a una permuta. A veces mi hijo es quién se queda allí. ¿Cómo se le pudiera llamar a este marcado interés de ella de tenerme cerca?

A veces pienso que la falta de información e Internet convierte a los cubanos de la Isla en seres sesgados. Como mi sanción no se sustenta,  el Tribunal tuvo que mentir en la sentencia,  lo que también puede verse en el documento que está digitalizado en Internet,   fui sancionado sin pruebas y “EQUIVOCADAMENTE” con un artículo que ni siquiera es el que corresponde en el supuesto caso de haber cometido el delito. “CASUALMENTE” dicho artículo agrega un años más a la sanción lo que invalida cualquier sentencia  obligando a repetir el juicio.

¿Por qué el temor de hacer un juicio justo? Saben que en una nueva vista oral no podrán repetir los desmanes del primero porque ahora están siendo observados por la prensa y la opinión pública internacionales.

Por si fuera poco Yoss,  busca, indaga con tus amigos y conocidos, abogados, jueces, fiscales, y pregunta si alguna vez escucharon una sentencia parecida o semejante a la que me aplicaron por cinco años, respondiendo un delito similar. ¿ Alguna de ellas llevó a la cárcel a alguien  siendo primario como es mi caso, y habiendo reconocido  el tribunal  logros profesionales, como lo fue en mi caso  por ser un escritor destacado nacional e internacionalmente? A todo esto habría que agregar que  la cárcel sólo se aplica  cuando el sentenciado por pruebas fehacientes  significa un peligro para la sociedad o para la supuesta victima. Reitero que desde que todo comenzó hasta el día del juicio pasaron más de tres años y medio.

Yoss, te agradezco que hayas indagado, profundizado, y sigo pidiéndote encarecidamente que continúes buscando aquello que te falte para creer en mi plena inocencia, y que te  aseguro cubrirás cuando veas el video del falso testigo que compraron para comprometerme. Pídeselo a personas que conocemos cuyos nombres no menciono para no faltar a la ética. Ellas podrán brindarte el video que aclarará cualquier resquicio de duda que te quede.

En cuanto a la amistad, Yoss, en tu carta confundías, fuiste excesivo, parecías el amigo que todo lo sabía de mí de primera mano, y ser amigo es más que un saludo de conocidos, de colegas que por años han cabalgado en este oficio de la escritura. La amistad es una hermandad eterna, una razón de vida y tengo mi culto para mis amigos. Te juro que me gustaría en un futuro poder decirlo de nosotros, para mí sería un honor, tener esa puerta a los sentimiento del otro, sus limitaciones y valores; para mi la amistad es una carrera, un jardín con la flor más delicada que hay que ofrecer a tiempo completo, y precisamente eso fue lo que sucedió, que tu carta surtía el efecto de un entierro en vida, el disparo en la sien, siendo injusto porque de mí, como yo de ti, no sé nada más que lo que podemos observar en nuestro cotidiano proceder.

Siempre estuve seguro que en tu caso hubo manos que te aportaron falsos testimonios ayudando a la oficialidad. Hay que cuidarse Yoss, personas que parece que no lo son pero fueron aplastadas en su tiempo, y los hubo que devinieron agentes de la Seguridad del Estado y me consta, esa generación en su mayoría no tuvo otra opción que aceptar colaborar, algunos me lo confesaron. No solo te han confundido a ti con sus comentarios infundados, también a cuanto extranjero se le pone delante  les dan su testimonio falso y tergiversado, siempre en mi contra, por supuesto; de hecho, sabían que iría preso cuando nadie podía creerlo y aseguraban que evitarían mi ingreso a la cárcel, fueron  estos oscuros personajes los que  le preguntaban a mi hijo si ya me había llegado la citación del Tribunal.

En cuanto a tu comprensión sobre el abuso contra las Damas de Blanco, eso en mi caso, borra cualquier posibilidad de resentimiento entre nosotros.

Por último, me ha dado risa tu pedido de favor de no ser llamado a un gabinete  en el que yo sería, ni más ni  menos que  “Ministro de Cultura”.  No Yoss, nada más alejado de mí que ese sueño, el mío es otro: escribir en mi país sin que se me censure  ni se me persiga por lo que pienso o profeso, ni a ningún otro cubano. Es más, cuando la realidad no sea la mejor para el pueblo, siempre estaré en la oposición, ese es el deber de los artistas. Mi sueño de escribir en libertad, tan simple y difícil como eso, nos reunirá y entonces  allí nos veremos y profundizaremos en esa amistad que nos debemos a prueba de bala, porque no hay otra manera, y  que me gustaría compartir contigo como con el resto de mis amados amigos. Hasta entonces no queda otra que esperar.

Ahora, como ya sabes, me han escondido en una prisión, la 1580 en San Miguel del Padrón, un almacén de almas, un cementerio de hombres vivos. El hambre y hacinamiento es la terrible realidad. Los presos son una mano de huesos que soportan los abusos de los guardias. Me han traído aquí para ocultarme de una visita de periodistas en la prisión donde me encontraba. Violando mis derechos más elementales y sus propias leyes, una vez más, internándome en una barraca con sancionados de regímenes severos, condenados por delitos graves como asesinatos, lo cual es ilegal porque está prohibido mezclar los delitos, como el mío que es de mínima. Para traerme aquí mintieron, como es costumbre en ellos, dijeron que me ingresarían en una hospital para un chequeo médico, pero yo ya sabía que el dermatólogo que atendido mis manchas, no había emitido ningunaorden para que se me chequeara, y así hicieron cuando al sacarme me llevaron directamente a la 1580, y como en un pésimo guión, trajeron ante mi celda de castigo a una doctora que me negué a que me asistiera. También querían evitar ciertas  visitas  que yo podría recibir en La Lima y me fue  advertido por el Teniente Coronel Rubén, de la sección 21 de la Seguridad del Estado. Desde que estoy preso me visitan para ver el resultado de su trabajo sucio deleitándose con mi encierro. A partir de mi llegada a la 1580, me he negado a recibirlos. Según los presos de más años que han recorrido la Isla desde Pinar del Río hasta Baracoa, la 1580 es la peor prisión de Cuba, está hecha precisamente para violar las leyes y hacer el trabajo sucio. Me gusta repetir que le agradezco a Dios todos los días el estar aquí. Al último que debieron traer a este infierno es a mí.

Hacinado en aquella solitaria, sin agua ni luz, sin aseo personal, sobre una cama de hormigón fundido, recordaba a Edmundo Dantés encerrado en el castillo de If.

Ya ves Yoss, por suerte o desgracia, ver a estos hombres sobreviviendo a tanta calamidad, verlos tragar vidrios, metales, cortarse los brazos o en huelgas de hambre con la única esperanza de que alguien les escuche sus desgracias y derechos violados, y a pesar de todo, resistir las constantes golpizas,  me nutre la imaginación, me multiplica la creación y me permite seguir cumpliendo esta misión de reflejar el dolor del ser humano, de enseñar a los lectores esta cara oculta del tiempo en que nos tocó vivir.

Recibe mi abrazo,

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Ángel Santiesteban-Prats

Prisión 1580. Abril de 2013.

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