Un preso común me comentaba sobre su infancia feliz, y me describía los pasajes que con más nitidez le calaron en la memoria.
Su padre se fue a Miami apenas él había nacido, y luego, su madre se volvió a casar con un hombre que no lo aceptaba en su casa, por lo que su mamá tuvo que dejarlo con su abuela y un tío bueno con problema mental. Sigue leyendo