Un escritor cubano acaba de ser condenado a cinco años de prisión por un delito que jamás cometió. Acaba de ser mandado nuevamente a galeras por aquella mala manía que tienen algunos de desear que cien, cincuenta, diez, cinco o uno, tengan el mismo derecho a pensar y elegir que los otros millones de cubanos.
Hace diez años ya de aquella presentación de Ángel Santiesteban en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a donde fue llevado por las autoridades culturales cubanas tras haber ganado el premio Alejo Carpentier por su recopilación de cuentos Los hijos que nadie quiso. Hace diez años Ángel Santiesteban se atrevió a ser la voz disonante de una delegación que, a la pregunta constante de los universitarios sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, sólo podían repetir las cantilenas fidelistas que, durante medio siglo, han acusado a cualquier persona de ideas propias como “mercenario al servicio del imperialismo”, y sin poder aguantarse, aquel brillante narrador nacido en 1968 dijo públicamente que “cien, cincuenta, diez, cinco o uno, tenían los mismos derechos a pensar y elegir que los otros millones de cubanos”, recibiendo el aplauso de la joven audiencia, un aplauso que mucho molestó a los representantes del régimen en la FIL y que repercutió en que, el resto del evento, lo apartaran a propósito y sin disimulo de las actividades que tenía programadas. Sigue leyendo →
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